Denis Rodríguez, de alrededor de 50 años, fue asesinado con un arma blanca, el pasado domingo, presuntamente, por el esposo de una mujer con la que mantenía una relación, en una comunidad rural del municipio Morón, de la provincia Ciego de Ávila, según indicaron testigos a Martí Noticias.

“Lo de la muerte de Denis es cierto. Fue asesinado en Plan Hortícola por el esposo de la mujer que él tenía ahora. Él fue vecino de nosotros aquí mucho tiempo. Es contemporáneo con mi hermano más chiquito. Pero ahora vivía en [el reparto] Peñaranda de aquí de Morón”, dijo Mario Valle, un amigo del difunto.

Rodríguez recibió múltiples puñaladas por parte de su agresor cuando se encontraba en casa de su pareja en la comunidad Plan Hortícola, donde vivía también el atacante, conocido como "El Flaco”, que está tras las rejas luego de que se entregara a las autoridades, confirmó un vecino del lugar que no quiso ser identificado.

“Fue por celos. Él era el querido de una muchacha y el marido lo mató”, relató.

En ese sentido, Iliana Álvarez, directora del Observatorio de Género Alas Tensas (OGAT) consideró, en conversación con nuestro medio, que se trata de “un asesinato que ocurre en un contexto de violencia de género y por esa razón es un crimen que tiene una connotación machista”.

“Hay que tener bien claro que, los hombres también pueden ser víctimas de violencia de género, sí esa muerte ha ocurrido en un contexto de violencia de género. El muchacho ha muerto como una víctima de la violencia de género”, agregó.

“No se considera feminicidio, lo que se considera es asesinato de un hombre en un contexto de violencia de género”, aseguró.

La experta explicó que el agresor, en este caso, mata al amante de su esposa “porque quiere hacerle daño a ella o quiere poseerla y que no sea de nadie más”.

“Más todas las circunstancias que no conocemos que deben rodear a esa relación posesiva, esa relación machista que debió haber establecido ese asesino”, agregó.

Una trabajadora social que vive en Plan Hortícola apuntó que, según los relatos de testigos presenciales, la víctima persiguió, lanzándole piedras, al esposo de la mujer después de una discusión entre el matrimonio.

“El otro muchacho, [el fallecido], fue esposo de ella, tiempo atrás. Yo digo ‘si pasó algo, fue por algo. Él, con quien tuvo problemas fue con su mujer, que entre los dos hombres no se comentaron nada ni se dijeron nada. El tipo fue el que le cayó atrás a él con dos piedras y por eso fueron las puñaladas”, opinó.

Once puñaladas podrían ser calificadas como ensañamiento. En el Código Penal cubano, el ensañamiento se considera una circunstancia agravante que puede aumentar la pena impuesta a un delincuente en los casos de homicidio, lesiones graves y otros delitos contra la integridad física.

“Este tipo de crimen hay que visibilizarlo porque es consecuencia también de las estructuras patriarcales que hay en la sociedad cubana. Lo mismo sucede cuando se le quiere hacer daño a la mujer: No matan a la mujer, pero matan a los hijos, a una hermana. Ahí estamos en presencia de feminicidio de tipo vicario, que es un feminicidio doloroso porque se asesina incluso a veces hasta los propios hijos en común”, detalló Álvarez.

“OGAT ha registrado varios de estos casos, por ejemplo, cuando un hermano o un vecino trata de evitar que una mujer muera porque está siendo atacada, entonces el agresor lo mata también a él”, explicó.